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Los Mejores Miradores de Compostela

Compostela atesora entre sus colinas hermosas vistas para perder el sentido. Aunque la omnipresente Catedral no tiene rivales, merece la pena asomarse a los miradores repartidos por los cuatro puntos cardinales para hacerse una idea de cómo la ciudad ha ido creciendo en torno a la leyenda del Apóstol.

Ajenas al ojo del turista y muchas veces ignoradas por los vecinos, Compostela atesora entre sus colinas hermosas vistas para perder el sentido. Aunque la omnipresente Catedral no tiene rivales, merece la pena asomarse a los miradores repartidos por los cuatro puntos cardinales para hacerse una idea de cómo la ciudad ha ido creciendo en torno a la leyenda del Apóstol. Sirve además de ejercicio para construir el paisaje con distintos enfoques.

Para fotografiar el tapiz completo, hay que acercarse al Pedroso. Protegido desde años de las garras del ladrillo, es el balcón de Santiago por excelencia. Magníficas postales se inmortalizan también desde Monte de Deus o, si toca poner el ojo más cerca de la zona histórica, desde Bonaval. Hoy en NOVA Compostela te dejamos nuestro TOP ten de los miradores de Compostela que son de visita obligada. ¿Te apuntas a descubrirlos?

 

1. Paseo da Ferradura. Compostela ha dado la vuelta al mundo con esta imagen. La fachada barroca del Obradoiro presume de poderío en el puzle de piedra que se fue erigiendo a los pies del templo. Por mucho que se repita la escena, siempre resulta reconfortante sentarse en los bancos que flanquean los árboles centenarios para recordar los orígenes de Santiago.

El mirador urbano más conocido y admirado es el del Paseo de la Herradura, situado en el parque de la Alameda, en la falda este de la colina de Santa Susana. Desde allí, una espectacular visión frontal de la catedral sobresaliendo magnífica entre la masa de edificios históricos: es la postal más retratada, la imagen más atemporal de la ciudad. Recomendado a cualquier hora del día, este mirador es imprescindible por la noche para entender verdaderamente por qué la catedral fue y será un “faro” espiritual.

 

2. La escalinata del Campus. También en el Paseo da Ferradura (con forma de U para unir los dos extremos de la Alameda), sirve para comunicar dos jardines: el del histórico parque decimonónico y el del Campus Vida. Desde la parte más alta de la monumental balaustrada de piedra se vislumbran los colegios mayores y parte del recinto universitario.

 

3. Monte Pedroso. A 461 metros sobre el nivel del mar, la que se contempla desde la cima es una de las imágenes más icónicas de Compostela. Merece la pena el esfuerzo de subir a pie desde Ponte Asén para ir construyendo la postal poco a poco y, una vez en la cumbre, obtener esa panorámica que excede las fronteras del municipio.

 

4. Parque de Belvís. Hay que subir a la parte más alta del parque (a la altura del convento de las dominicas y el Seminario Menor) para deleitarse con el contraste entre lo viejo y lo nuevo. En la misma imagen rivalizan la arquitectura desordenada de la urbe moderna y las construcciones históricas que componen la almendra monumental.

 

5. Parque Carlomagno. Con la Catedral perdiéndose en el horizonte, brinda una de las panorámicas más contemporáneas de Compostela. En primer término, el premiado racionalismo arquitectónico de Fontiñas y, al fondo, la vista se pierde en los emergentes barrios de Pontepedriña y O Castiñeiriño.

 

6. Parque de Bonaval. Camuflado detrás del CGAC y el Museo do Pobo Galego, ofrece una de las vistas más singulares de la ciudad vieja. Con las torres de la seo recortando el cielo, el tapiz de tejados históricos parece un rompecabezas de piezas irregulares en perfecta armonía.
 

7. Monte da Almáciga. Muy cerca de Bonaval se localiza la colina más alta del casco urbano, otro mirador para captar fotos únicas de Compostela. En los últimos años la zona se ha ido acondicionando y, además de sendas peatonales, se han habilitado huertas urbanas para uso vecinal.

 

8. Monte de Deus. A 375 metros de altura sobre el nivel del mar, el balcón de Vite atestigua de nuevo que el templo dedicado al Apóstol es la estrella de todas las fotos. De forma más o menos racional, la ciudad ha ido evolucionando a sus pies, siempre custodiada por esas colinas que perfilan el paisaje.

 

9. Monte Pío. A un paso del parque de Galeras y junto a la residencia del presidente de la Xunta, se obtiene otra visión magnífica de ese grandioso telón de piedra que esbozan la basilica y los edificios anexos.

 

10. Granxa do Xesto. Es un parque público que ha servido para dar uso a la falda del Pedroso, en particular cuando llega el buen tiempo. La ciudad monumental domina una perspectiva en la que también asoman ejemplos del urbanismo más reciente.

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